Entradas populares

lunes, 17 de octubre de 2011

El chico sin sombra o El chico del McDonald’s.

El chico sin sombra o El chico del McDonald’s.

Pensar en alguien que no eres tu es muy difícil, tratar de sacudir la vida de otra persona o quizás imaginarla puede ser tremendamente extenuante o exasperante tal vez como se le mire, ver atreves de otra persona e imaginar su vida es aparte de imaginativo sencillamente sorprendente, ya que la vida de las personas solo se vive, no se interpreta, no se vive atreves de ella, sencillamente se queda como piel quemada sobre tu conciencia, de mi conciencia y de lo que debió ser la vida de alguien, de eso se trata esta historia.

Serian las 9 y pico de la mañana, llegue al McDonald’s justo con el dinero que tenia para comprar el desayuno, entre como siempre, como a veces entro, recojo el periódico, si hay?, por supuesto y voy directamente a hacer la cola, pido lo mismo de siempre, soy animal de poca imaginación y recios hábitos siempre hago lo mismo y en el mismo orden y hasta como la misma comida, mejor como diría yo siempre voy a lo seguro, tras pedir y que me sirvieran, fui al mueble donde están las servilletas y me lleve un poco de ellas siempre me llevo de mas por aquella costumbre cubana tan arraigada de siempre robarme algo, me senté en la misma silla donde me siento siempre, pongo la bandeja de lado para que quepa el periódico abierto y poder enterarme, más de lo que pasa en el mundo, que de los chismes de este país en que vivo y que todo se ciñe a unos chismes políticos aburridísimos, siempre he pensado que si existiera una farándula realmente entretenida, los políticos se quedarían sin trabajo, leía mi periódico y casi terminaba mi desayuno, cuando vi a un chico que entraba, bastante delgado no tendría mas de 15 o 16 años, con unas chancletas muy baratas de esas que venden en las tiendas por .99 centavos, un jeans muy arreglado y desgastado, una camisita de mangas largas muy usada pero perfectamente limpia y como recién planchada, traía muchas pulseras en los brazos, hechas con cuentas de plástico, muchos anillos en los dedos de los que se venden en la calle, su pelo a pesar de estar muy aplastado y como tratado de peinar era de un resistible total, un pelo malagazo como se diría en cuba, típico del mulato, un arete en una oreja que brillaba y unas maneras muy afeminadas, se sentó en una mesa cercana a la mía, no miro a nadie solo miraba a la mesa y a las pulseras y los anillos que se arreglaba constantemente, trataba de estar perfecto de un limpio total de un inmaculado estridente, después de un rato se levanto y se puso a recoger las mesas y se comía algunos restos que quedaban casi intactos en algunas bandejas, con la mayor elegancia y sin un ápice de vergüenza, me pareció increíble que a esa corta edad se tuviera tal control de sí mismo, de importase tanto uno mismo, no le di dinero para que comprara comida porque primero no lo tenía y después creo que le hubiera resultado ofensivo que alguien le pagara su comida, era demasiado altanero y gallardo como para permitirse algo así, quizás hubiera trabajado por ella, pero en ese lugar seguro no le darian trabajo a alguien “asi” y eso creo era lo que hacía, yo comencé a imaginar su vida estando casi seguro por haberlo vivido yo en mi propia piel y por haber sido el día día de tanto homosexual incomprendido y botado a la calle por su familia intolerante, así que solo deje vagar mi mente y contarme su historia.

Al el no poder esconder mas sus modales afeminados y hartarse de ser el asme reír de los chicos del pueblito donde vivía decidió confiárselo a sus padres tratando de encontrar un apoyo incondicional, lo que no sucedió, y tras un grito del padre no quiero maricones aquí y ver la cara de la madre esconderla empapada en llanto en el trapo de la cocina le tiraron la poca ropa que tenia a la calle y lo echaron fuera, se sintió totalmente desamparado, que había hecho tan mal para que su familia lo odiara?, que pecado tan terrible había realizado?, si el hiba siempre a misa, si era el monaguillo preferido del padre, si lo mantenía todo limpio, si hasta le pasaba la mano al cura por el bulto tras la sotana cuando lo rosaba por el lado y que medio se le notaba entre los pliegues de la sotana, el solo pensaba que alababa a dios al frotarle el miembro al padre algo que evidentemente al padre le gustaba mucho, porque aun sin saberlo el también lo disfrutaba y el padre siempre le decía que las buenas obras como esas no se contaban a nadie siempre se mantenían en silencio, para honrar a dios, cuando sus padres lo botaron hiso un atado con su ropa y se fue a la parroquia, fue a ver al cura que seguro lo aceptaría, y lo dejaría quedarse en la sacristía, allí mismo donde estaba el camastro donde a veces el padre se echaba la siesta y donde también a veces el padre lo poseía repetidas veces y a veces le pedía que lo poseyera a él, algo que el chico aun no entendía bien ni a diestra, solo sabía que estaba alabando al señor en su entrega total.

Entro por la puerta del costado donde sabia que solo la aguantaba un gancho que estaba un poco alto, dio un salto y abrió el gancho y ya estaba dentro de la sacristía, allí encontró al padre que no estaba solo, estaba con otro niño que ya era más niño que él y que le tocaba el miembro al padre con un deje de asco en su mirado, el cura se levanto de un salto, se arreglo el pantalón y dejo caer la sotana y le grito como te atreves a entrar sin pedir permiso y él le contesto padre necesito su ayuda, me han votado de mi casa...(continuara)

No hay comentarios:

Publicar un comentario