Los balseros.
Despertamos a uno de estos día infernales y pegajosos de agosto en esta isla huida del viento, donde no hay donde meterse para dejar de sudar, desganarse, y quedarse medio aletargado en esta baba gigante que es nuestra consistente y adherente realidad.
Era casi como cualquier otro día, como en este país nunca pasa nada, pero esta vez si pasaría, por fin, despertaríamos de una larga pesadilla barbuda que nos agobia.
Baje las escaleras a toda velocidad, me gritaban desde abajo, me traían la ultima, o quizás la primera, porque aquí nunca hay noticias nuevas, quizás era la que habíamos esperado durante tanto tiempo, el país estaba en estado de alerta, tras recuperarme y poder escuchar las primeras noticias, de los vecinos, el pueblo se había lanzado a las calles en contra del gobierno,(finalmente después de treinta y cinco años, la gente se desperezaba), se hablaba de una flotilla de trescientos yates que se dirigían a Bacuranao, las personas que no estaban en el motín, salían para esa playa a esperar las embarcaciones, tras estas primicias, subí y puse en una bolsa de nylon todos los títulos (y eso para que carajo me serviría fuera de cuba??), pero uno hace cosas insospechadas en los peores momentos, las fotos, cuanto documento me pareció importante y por supuesto la libreta de la comida y la libreta con las direcciones y teléfonos de los amigos y familiares, en otra bolsa puse toda la leche que me quedaba, azúcar, chocolate, café instantáneo, en otra puse sales de hidratación oral y cuanta pastilla y medicamento encontré en las gavetas (seria que inconscientemente me estaba preparando para esto, o era que de tanto amenazarnos el gobierno que venían a invadirnos los americanos habíamos terminado por prepararnos para esa contienda, creo yo en todo caso seria para correr a que nos llevaran los marines, adonde les diera la gana de llevarme pero fuera de esta puñetera isla); Lo uní todo y junto a algunas días antes de la partida y no sabia cuantas cosas podría necesitar.
Tras haber preparado este compendio de primera necesidad comencé a llamar por teléfono a los amigos y familiares, ahora me contaba una amiga que las balas le habían picado al lado, que se encontró de pronto en pleno hervidero por el acuciante deseo de llegar a su casa, de cómo detenían a un tipo y de tanto gritar de la gente lo tuvieron que soltar, que habían policías con cámaras filmándolo todo, (después sabríamos que era para saber quienes estaban en la manifestación y detenerlos y desaparecerlos, como siempre hacen aquí), las noticias eran disimiles y contradictorias por momentos, la confusión era mucha, aunque muchos también habían sido los acontecimientos acaecidos desde el hundimiento del remolcador trece de marzo y el asesinato de todos los que allí trataban de escapar de la isla, ya se había autorizado un éxodo decían, se les había ordenado a los guardacostas que no detuvieran a nadie que deseara salir de cuba en lo que fuera, en cuanta chalupa o balsa se le ocurriera a los cubanos salir, a lo que la imaginación y la necesidad dieran rienda suelta, las que las mayoría quedaban estrelladas en la misma orilla ante el bravo oleaje del mar Caribe, habían sido también mucha la impotencia contenida de tantos años de discriminación donde ya no vivíamos en nuestra propia tierra, donde lo habíamos perdido todo, hasta los mas mínimos valores humanos, donde las vejaciones se sucedían unas tras otras, en fin se necesitaba una válvula de escape, en esta olla de presión que es nuestra isla.
Baje nuevamente y me fui a casa de mi vecino donde se descorchaba o mejor dicho se abría la tapa de rosca porque. Además de que era rellenada, nunca tienen corchos, tomábamos y esperábamos las noticias, ya casi festejábamos el epitafio de un imperio tropical, en último caso nuestra segura salida de aquí.
Era tan evidentemente que ni la prensa nacional podía ya ocultar lo que sucedía, las nuevas llegaban frescas y en las bocas menos sospechadas, ahora se hablaba de una gran masa que bajaba por Galiano, ahora otra que bajaba por Malecón, que habían saqueado la tienda Ultra recientemente abierta con todos los productos en dólares, que al hotel Doubille le habían echado abajo los vidrios a pedradas, la televisión comenzaba a trasmitir las vistas editadas apuradamente, daban las informaciones que les convenía como siempre, por supuesto imágenes que no se ajustaban a la realidad, nos hemos convertido en magníficos especialistas en medios de difusión, como para poder discernir la realidad entre tanta información manipulada, aprendimos a saber mirar a las esquinas de la pantalla del televisor, donde a lo lejos se puede ver acaso algo de verdad, las vistas no dejaban lugar a duda, el pueblo había tomado las calles,? habían perdido quizás el miedo?, ¿Cómo era posible que al experto sistema represivo e informativo del régimen se les había escapado esto?, acaso mostraba ya sus fisuras, jamás había sucedido algo así, nunca había visto que una piedra saliera de la muchedumbre y picara justo al pie de nuestro “castrador oficial Fidelito”, que hasta tubo que retirarse unos pasos, no se como esa parte no fue editada o quizás fue el editor que la dejo escapar “maliciosamente”, antes se habían llevado a cabo algunas muestras de cólera ciudadana, pero muy esporádicas y rápidamente sofocadas como los fue las de Cojimar y la de Regla, pero esto iba mucho mas allá, cuando vinieron a reaccionar las calles estaban prácticamente tomadas por el pueblo.
Ahí fue cuando se articularon los efectivos medios represivos del sistema;”las brigadas de acción rápida”, llegaban en camiones, muy unidos entre si, vestidos con las consabidas camisas de cuadros, pero con unos trapos rojos amarrados en los brazos, quizás para no confundirse entre ellos y apertrechados con tubos de hierros y otros objetos maltratadores, confeccionados con apuro y quizás por las mismas manos que lo empuñaban. Comenzaron a desmontar en las zonas en conflicto y enfurecidamente comenzó la golpiza, siempre apoyados por la Policía; ejecutaban su encomienda, la mayoría de los protestantes corrían despavoridos, otros se escondían para escapar de la cárcel y algunos se cambiaban de bando con la desenfadada doble moral entrenada durante 35 años.
Nuestro comandante apareció cuando casi todo estaba controlado y según el vociferaba, NO SE USARAN ARMAS DE FUEGO,(seria que por mas gritarlo el mismo quería creérselo), trataba a toda costa de evitar una nueva condena internacional, no podía permitirse otro desliz como el del remolcador 13 de marzo,(acaso le importaba a el y a todos sus secuaces la opinión internacional, por favor),.que a pesar que la contrapartida no se había hecho esperar cuando mataron a un patrón de un barco cubano, al secuestrar una nave nuevamente, ya se había convertido en algo cotidiano, el secuestro de naves marítimas, serian realmente secuestradas,? Serian realmente muertos los patronos de esos barcos?, en este país no se cree nunca nada, aunque quizás si le temían un poco al consejo de seguridad de la onu y que decretaran una intervención como en Haití, en fin estábamos tan cerca.
Como ya se trasmitía por el radio y la televisión lo que sucedía, estaban urdiendo un nuevo Mariel, las preguntas al respectos se dejaban entrever, casi ya se autorizaba; con el consabido “que se valla la gusanera”?;no había sido todo quizás mas que una representación orquestada por el mismo régimen?, apoyada por supuesto en el descontento popular, ¿no seria esta la válvula de escape que tanto necesitaban?.
Se mostraban ya un poco después las imágenes de los representantes del régimen que habían sido lesionados, pero esas eran las únicas bajas?,
¿Y los otros lesionados y muertos donde estaban?, bueno de eso no había que hablar, menos aun ponerlo en tv, y con la consabida palabra de “lumpen”, bastaba para acallar cualquier pregunta indiscreta que alguien se le ocurriera hacer.
Se vivan días de total desazón, milagrosamente se solucionaron todos los problemas energéticos del país,(como por encanto se acabaron los apagones, que tanto se recrudecían en temporada de calor para que las gentes se asaran enzima de las camas con este sudor pegajoso que se te impregna hasta en la puñetera alma), que ya por esta época haría un año de su recrudecimiento después que se acabo “la unión soviética”, no demoraron en instalar “guardias populares”, en todos los lugares donde habían ocurrido las revueltas. Como decían, “los revolucionarios habían tomado las calles”, pero eso si de una forma muy “organizada”, característica muy propia de la espontaneidad revolucionaria del pueblo, pre pagado por la consabida javita mensual y un carnecito rojo del PCC”.
Este éxodo que ya era un hecho, había logrado algo, teníamos derecho a la muerte, al decidir finalmente nuestro destino frente a los tiburones. Los primeros en salir fueron los mas afortunados, llegaban a las costas de la florida, (los que llegaban), pero la respuesta americana no se hiso esperar y de una manera brutal confinarlos a todos a la base naval de Guantánamo, fue la solución.
Era terrible para los que seguían saliendo, pero los americanos también se defendían de lo que acá les mandaban montados en balsas caseras, ya comenzaban como cuando el Mariel a dar opciones a los presos comunes, ¿o te vas pa’ la Yuma o te quedas preso 20 años mas?...(continuara).
