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martes, 15 de marzo de 2011

El suicidio.

El suicidio.
Quien no a sentido al menos una vez en la vida la necesidad acusante de un suicidio?, de un fácil nunca despertar; cuantas veces no les encontramos soluciones a problemas y pensamos en el suicido como única escapatoria.
Cuantas veces en tan agobiantes días no me acuesto en las noches en que los ojos se niegan a cerrarse y llevarme acaso a un mundo donde las realidades no importan, o la vida se hace tan difícil; en esas noches de insomnes realidades, ruego constantemente a dios que me de un fácil nunca mas despertar, el poder salirme de esta constante monotonía de la manera mas fácil y quizás cuestionable, aunque siempre la elección se la dejemos a un dios , quizás demasiado ocupado con otros problemas para ocuparse de nuestras terrenas miserias e insatisfacciones.
Por que esperamos tanto la solución llegue del mas allá?,  por que dudamos tanto en tomarla por nuestra mano?, es tanta la duda de lo que vendrá después, o caso de lo que no vendrá, del dolor que nos podamos causar, digo mas que nada del dolor físico, porque jamás pensamos en el dolor espiritual que podemos darles a las personas que nos aman. No, solo pensamos en nosotros, en salir prontamente del abismo sin fondo donde nos hallamos y de esta la manera mas “fácil” (porque todo el mundo dice esa palabra, será realmente fácil así), por que si lo fuera cuantos ya no existiríamos y no seriamos mas que unas cifras en una estadísticas que crecen vertiginosamente calladamente.
chela tras llamar a su puerta  para avisarle de la llamada y recibir el silencio por respuesta desde dentro de su cuarto sospecho y forzaron la puerta y en trataron, estaba medio caída sobre la cama, con un fuerte hematoma en la cara, señal de que quizás había tratado de levantarse en un momento de lucidez o destello de vida, para quizás pujar por salvarse, pero las fuerzas le habían fallado, al ver el desorden de pomos de pastillas de todos los tipos posibles, salieron con ella al hospital con el apoyo de un vecino que los llevo en el auto.
No había una lagrima, los rostros estaban endurecidos por la crudeza de la acción, llegaron al hospital y tras entrarla rápidamente le hicieron un lavado de estomago para extraerle lo que había tragado, pero era tarde habían sido digeridas casi todas las tabletas, ahora solo restaba tratar de desintoxicar y esperar acaso una reacción favorable.
Llegue a su casa sin aun saber nada, me había escapado del trabajo como todos los días, y al llegar y decirme que se la habían llevado muy mal al hospital corrí hacia allá, que le habría pasado?, no lograba entender, una mujer tan fuerte y con tanto dominio de si misma , ya casi estaba fuera de peligro, intercambie palabras con la madre y la hija y las sonrisas de una posible salvación unidas a un dolor que nunca antes había visto en aquellos rígidos rostros me hizo saltar las lagrimas, me senté junto a ellas a esperar; acaso se podía hacer algo?, en eso llego una empleada con unos modelos, quería llenarlos y preguntar todo sobre la suicida, ya se había creado un grupo para atender especialmente estos casos, se venían haciendo tan frecuentes, que a pesar de la escases de papel ya se habían confeccionado unos impresos para estos menesteres, seria tanta la asfixia o la angustia que las personas no tenían mas opción que el suicidio?.
Nos cuestionaban todo, desde su clase social (acaso existen las clases sociales en cuba?), hasta los posibles problemas que pudiera tener, por que?, pensaban siempre que los suicidas son locos,- por que? No que los problemas nos llevan a laberintos donde nos enredamos cada vez más en vueltas y vueltas constantes donde no se halla la salida.
Pudimos conversar con la empleada, los cubanos como tenemos esa manía de hablar hasta lo que no nos preguntan, nos comento muy confidencialmente (por supuesto y casi en susurro), que ella no había sido la única, habían dos jóvenes en la misma situación y un chico que había muerto la noche anterior, los problemas casi siempre eran los mismo y no hacia falta enumerarlos,”quedaba sobreentendido”.
Finalmente y tras varias horas allí podríamos pasar a verla, estaba con sueros puestos y totalmente deformada, su rostro se había desfigurado de lo hinchada que estaba, despedía un liquido viscoso y negruzco por su boca, se había rapado la cabeza, inquirí sobre esto y chela me conto que lo había echo días antes, (quizás ya rumiaba la idea),. No lograba abrir los ojos y las pocas veces que lo hacia, no conocía a nadie, hablaba una lengua ininteligible, solo recuerdo una frase de la hija que aun hoy me martillea en la cabeza, ¡que sola se debió de haber sentido!, eso lo resumía todo , el tiempo pasaba y los otros que allí estaban por el mismo motivo también iban mejorando, pero nadie cuestionaba las acciones, eso quizás se haría después , los “enfermos” ( que manía a los gays también nos llamaban “enfermos”), se negaba a explicar sus razones, el intento fallido te deja con tanta vergüenza que eres incapaz de hablar y acaso mirarle a la cara a las personas, que te miran de soslayo, y cuestionando tu credibilidad y hasta tu sentido de la verdad, ¿ no seria un grito desesperado de ayuda?.
Evidentemente algo había acontecido con su familia, no quise preguntar pero tome una decisión que no pensé fuera tan bien acogida, me la llevaría a mi casa una vez fuera del hospital, era tanta la preocupación que no me detuve a pensarlo, era mi amiga y era lo menos que podía hacer por ella, sabia que le seria extremadamente difícil volver a ver las mismas caras y tener que escuchar los cuestionamientos de todos; los vecinos aquí forman parte de tu familia y como eso mismo también opinan y critican quizás demasiado.
Le seria mucho peor ahora que antes y debía reponerse primero y estar preparada moralmente para rebatir las indiscreciones de las personas, que no saben entender el dolor humano o quizás se regodean en el.
Finalmente la dejaron partir ya bien entrada la noche, se negaba hasta vestirse por lo que tuve que hacer grandes esfuerzos para lograrlo, salimos de allí con la cabeza tan baja que casi no había otro lugar que mirar que no fuera el suelo, videntemente dios no estaba por todo aquello, se había olvidado de martica.
Llegamos a la casa, le prepare un baño y un cuarto para ella, durmió toda la noche, aunque yo no logre cerrar los ojos, me sobresaltaba a cada momento que se movía en la cama, era muy tensionante, de hecho había desaparecido todos los utensilios de cocina y cuantas pastillas pusiera tener, pero así y todo no estaba tranquilo y no lo estaría en muchos días.
Amaneció igual que todos los días, para nadie significaba nada aquello, al menos eso parecía, solo yo y su hija sufríamos por lo que sabíamos podía haber sucedido e imaginaba la angustia que sentiría por no haber podido completar su acto, yo me sentiría igual.
Su familia monto una tienda de campaña en mi casa ellas solo la hija y la madre se instalaron en la sala y nos dábamos tandas enteras de películas que veíamos en el video y que Sandra traía no se yo de donde, todos querían ayudar y hacer como si no hubiera pasado nada, como si todos estuvieran de vacaciones , cuanto error al menos a mi manera de ver, quizás le hubiera ayudado mucho que le hablaran como a un adulto, les hablaban de sus sentimientos y de lo importante que era ella para ellos, pero nada de eso se dijo, pero yo, yo que podía hacer , solo servirla y hacer cazuelas de comida (cuando me pongo nervioso me da por cocinar),y esbozar alguna frase que pusiera entender quizás de comprensión, y nunca de censura, le intentaron crear una nueva vida, le pintaron el cuarto, se lo decoraron con los exiguos recursos que pudieron y trataron de hacerlo todo de nuevo, pero no se hablo de sentimientos, de dolores humanos, del espíritu, ni de la asfixia que la había llevado a eso, no, con eso se quedo ella sola para convertirse después en una persona taciturna y huraña que jamás seria la de antes.
Los modelos que se habían llenado en el hospital habían seguido su curso ( y se bien que en este país nada se olvida y los modelos te siguen y te persiguen hasta joderte para siempre la vida), fue citada para una sesión de siquiatría, ojala eso ayudara en algo, tenia la esperanza en que un buen siquiatra hiciera algo por ella, pero no, regreso con una larga lista de recetas para medicamentos que ya sabia que jamás encontraría en las farmacias y ni una palabra de nada, el medico también estaba muy preocupado y no quería que le hablaran bajo ningún concepto del periodo especial, ni de necesidades, entonces de que se suponía que se hablara una persona que se negaba a la vida, si en este país las miserias materiales te llevan a las humanas y esas te llevan inexorablemente a unos pomos de pastillas garganta abajo, ella tenia mucho de que hablar pero había que inducirla a hacerlo , el medico no sirvió de nada.
Le habían inventado una vida que no era la de ella, todo dejaba ver un deseo imperante de borrar lo sucedido, acaso no seria que ellos mismos querían eliminar los motivos de tanta desesperación?; martica iba mejorando, prácticamente su familia se había mudado a mi casa, lo que me alteraba mucho y pienso que ella aun mas, solo lograba esbozar tristes sonrisas ante el esfuerzo acuciante de la familia por entretenerla, todos sonreían, pero el dolor había dejado arrugas en la cara y hasta se podía oler en el aire.
Se respiraba un aire enrarecido, todos parecían intentarlo, pero la realidad era que erraban a cada momento. Llegaban bien temprano en la mañana traían desde comida hasta novedosos jueguitos de atari, donde prácticamente obligaban a martica a participar, hasta en eso ella debía fingir y negándose sonreír con gratitud.
Yo prácticamente no salía de la cocina, con tantas personas debía atenderlos a todos y cocinar constantemente, mientras ella se pasaba los días en el cuarto sola, sin siquiera mi compañía, pues yo debía atender a los demás, deseaba gritarles a todos ¡que se fueran al carajo!; pero no podía, no debía crear mas fricciones de las que ya existían  y jamás habrían entendido lo que yo deseaba; una ayuda moral, un apoyo para hacerla sentir ser humano, para como yo no rumiar mas la idea perenne de la muerte.
A los cinco días exacto se la llevaron y por despedida solo obtuve una nebulosa de lagrimas en los ojos de mi amiga, se imaginaban que todo había terminado, que todo no había sido mas que una pesadilla, una historia sin continuación y sin final, como algo equivocado que nunca sucedió.
La fui a ver al día siguiente, la encontré rodeada de revistas importadas y libros, se quería evadir de nuestra realidad o querían evadirla, se hacían grandes proyectos que sabíamos que por grandes no se realizarían, querían ayudar era así pero no lo lograban, la realidad era ineludible, martica seguía taciturna y casi no hablaba, solo sus ojos dejaban ver la angustia que escondía su pecho, las ideas que atormentaban su rapada cabeza, donde un cabello embravecido lucha por salir fuertemente, demostrar , aun estamos vivos seguimos creciendo.
Ese día pude hablar con ella salvo las constantes interrupciones de la madre que con los argumentos mas simples nos interrumpía a cada momento; le pregunte como se sentía, si el dolor era tan fuerte como para que no entrara el aire y me contestaba que si, los monosílabos se habían convertido en su modo de expresión, cual había sido el motivo principal y real?, esperaba alguna explicación, algo que me permitiera una luz de entrada, pero yo no era un profesional y no sabia como hacerlo y temía a cada momento hacer algo de lo que después pudiera arrepentirme.
Me pase todo el día dándole aliento y acaso haciendo yo también planes que sabia no se realizarían jamás, le hice ver cuanto la querían y que podía contar conmigo en cualquier momento y para lo que quisiera ¿seria eso suficiente?, seguramente no y nunca lo seria.
La madre salió a despedirme a la puerta y al interrogarme sobre lo conversado y ver mi negativa, (no entendía que no habíamos hablado de nada que se pudiera explicar con palabras), me explico que seria mejor que no volviera con frecuencia, quizás le est5aba haciendo daño y no era conveniente mi presencia, los homosexuales teníamos nuestras rarezas. Esto había sido rotundo, me mordí una respuesta y Salí a la calle. Ella no me podía entender,
Martica tiempo después comenzó a trabajar, había logrado algo la locuacidad  perdida, a veces la citaban para un grupo que estaban  formando contra el suicidio. ¿Seria posible idear tanta estupidez?(las brigadas de acción rápida contra el suicidio que harían entrarle a golpes a los suicidas, ya yo no dudaba nada.
Se había vuelto a crecer el pelo, pero ahora tenia canas, ya ni era igual, todo había cambiado.
Un día vino a mi casa sin avisar, no era costumbre de ellas, pero solo estuvo un rato, dijo que quería verme, que hacia tiempo que no sabia de mi, como podía explicarle que su madre prácticamente me había botado de su casa, eso nunca se lo diría, conversamos largo, me dijo que se sentía bien, y que iba soportando la vida, aunque sus ojos dejaban un destello de incredulidad, sabia que no había nada que hacer, estaba decidida a morir, su abrazo y su beso antes de irse me hicieron saltar las lagrimas.
Al día siguiente sentí que tocaban a la puerta me pareció escuchar su voz llamándome, fui abrí la puerta y sentí una ráfaga de aire que me inundo y un dolor enorme que me inundo, esta vez lo había logrado y solo me había quedado su sombra pegada a mi pecho.


4 comentarios:

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  2. Al estar tan cerca de muchas de las cosas que cuentas en este blog, me cuesta mucho trabajo distanciarme y opinar como cualquier lector. Son también partes de mi, algunas las hemos protagonizado juntos, otras me las has contado y las viví muy intensamente contigo, Recuerdo que siempre te dije que me paresia una excelente idea que se pudieran compilar en un pequeño libro y dejar que la gente las conociera, hicimos un primer intento…. todas estas historias andaban en hojas sueltas por las gavetas de tu casa, y pululando tu cabeza, y necesitaban salir, Es este blog la mejor manera de exorcizarte, creo que has tenido una muy buena idea terapéutica, que vamos a disfrutar mucho contigo. Están muy bien contadas, son tu mismo, es muy curioso como vas encontrando la forma de exponer en el papel tu forma de decir y de pensar… hay momentos que me parto de la risa, en otros casos, como la reflexión que haces hoy, me quedo inerte, transportado a aquellos días y a mi presente y… uff es muy fuerte. Pa’lante que vas muy bien Alex

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